La violencia es violencia, y punto.
- Mujeres Fuertes Costa Rica
- 6 abr
- 3 Min. de lectura

No nacimos para sufrir.
El fin de semana del 14 de febrero, fui a ver una obra de teatro con mis amigos; pero para mi sorpresa, la obra me incomodó muchísimo, por su temática. A lo largo de toda la obra, las mujeres les gritaban a sus esposos, los minimizaban o se burlaban de ellos. Y algunas personas del público se reían de eso, lo que me angustiaba aún más.
Al finalizar el evento, el director de la obra (un amigo mío muy querido) se acercó a mí, me tomó de las manos y con gran cariño y expectativa me preguntó: ¿qué te pareció? ¿te gustó?
Es un tema bien complejo y rudo para mí, el de la violencia, le respondí.
De niña crecí viendo como mi madre hacía mofa continua de mi padre, lo descalificaba, lo minimizaba y a sus espaldas hablaba mal de él y de los hombres en general. Por otro lado, siempre vi un esposo y padre cariñoso, respetuoso, leal y con un corazón noble; pero que nunca supo defenderse así mismo ni a los demás, un hombre inseguro, sumiso, frágil, temeroso y que siempre hacía lo que mi madre decía y quería.
En el discurso de mi madre siempre logré percibir su sentimiento de superioridad, grandeza y un “empoderamiento” muy violento. Además, de constantes palabras hirientes, control, frialdad, manipulación y autoritarismo hacia las personas que vivíamos con ella. En el área verbal, emocional y físico era sumamente agresiva, explosiva y violenta. Recuerdo una vez que llegó a casa y me contó que cacheteó a una vecina y no lo contaba con arrepentimiento.
Toda la vida sentí muchísima impotencia y me dolía de gran manera ver a dos adultos (mis padres) tan frustrados, heridos y con roles tan normalizados. Ni el agresor ni el agredido son libres, ninguna postura es sana ni es natural. No nacimos para venir a esta vida a sufrir ni a llevar una cruz autoimpuesta, tampoco para quejarnos día con día de nuestra realidad, mucho menos aún, para morir como “mártires” (personas que sufren y mueren luego de mucha tortura por permanecer firme en sus creencias y convicciones).
Hoy cuento esto y alzo la voz porque conozco muchísimos hombres violentados, humillados y con miedo de relacionarse con mujeres.
La violencia no tiene una única vía, no podemos perder de vista que violencia es violencia y para ninguna dirección debe de ser aceptada ni tolerada.
Recordemos que nuestra libertad llega donde empieza la libertad de la otra persona.
Salir de un círculo de violencia es bien complejo, más no imposible. Sé que muchas veces se normaliza la violencia como forma de adaptación o sobrevivencia, otras veces se desea con todas las fuerzas salir de ahí, pero no se cuenta con los recursos necesarios para vivir de manera independiente o no hay seguridad de que alcancen y esto genera un miedo tan paralizante que puede durar años.
Pero si hoy en día estás viviendo violencia, humillación, tristeza extrema, desesperación, desesperanza o alguna otra quiero decirte que no naciste para sufrir, no mereces permanecer ahí, mereces toda la felicidad, plenitud y alegría de la vida.
Siempre hay otro opción, aunque nos cueste verla o tomar las fuerzas necesarias para dar ese salto al vacío. ¡Siempre hay otra opción!
Algunos recursos de apoyo que te puedo recomendar:
Libros:
Mi niño interior de Matilde Garvich,
Mujer Holística de María José Flaqué
De regreso al hogar de María José Flaqué y
La maestría del amor de Miguel Ruiz.
Podcast:
Walter riso,
Despertando,
psicología al desnudo y
La magia del caos
YouTube:
La magia del caos,
Julio sin filtro,
Gaby Vargas,
Nilda Chiaraviglio
Apoyo psicológico:
María por zoom ya que es de España: (34) 6898-3170 o
Patricia presencial o virtual: 8815-7907 o
Álvaro presencial: 8349-8466
Método Peniel, para sanar heridas de la infancia: (506) 8491-9155
Autora: Anonima
Fotos: Retiro Free to Be, 2021
Sobre Mujeres Fuertes Autodefensa
Mujeres Fuertes es un proyecto de autodefensa apoyando a todas las personas a vivir una vida libre de miedo y llena de confianza.
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